Sé que aún mi alma sigue en lo profundo
porque un respiro se escapa de mi boca
es un soplo que desvanece en la atmósfera
como el palpito débil, cansado y moribundo
Soy el mustio pétalo que arropa la roca
aferrándose a su costado firme y caduco
soy el pétalo negro, acartonado y brusco
que exasperado se encapricha de la mariposa
Tu fuiste aquel desvarío, mi deseo único
varón, me convertí en tu leal idolatra,
te amé en el valle, en la colina, en la serena ola
fuí y seré la sombra que sigue tu desnudo
Mas sé que te marchaste ¡tu ausencia me aloca!
son cuatro paredes que lloran eterno luto
es la interminable llovizna que golpea duro
sobre mi débil pecho que no asimila ésta historia
Le digo que no te piense, que te borre de mi memoria
y con las mejillas humedecidas grito abrupto
tengo tu imagen de frente edificada por el humo
y el doliente corazón sangrado brota su última gota
Por: Vanessa Vázquez
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